Esta entrada ha nacido durante unas conversaciones con diferentes compañeros del máster en comunicación científica, médica y medioambiental y, por tanto, no quiere contestar una pregunta directa si no resolver una duda personal compartida con mucha gente: el calentamiento global y el cambio climático son ¿el mismo concepto?
A la vista del eurobarómetro del año 2008, la mayoría de los europeos, entre los que me incluyo, pensaban que sí eran el mismo concepto. Pero si lo miramos con algo más de detalle veremos que no son exactamente lo mismo.
Vamos a palmos, empezamos hablando del cambio climático.
Una buena definición del cambio climático es la variación del tiempo atmosférico durante un período. Los factores que se tienen en cuenta para estudiar este cambio son: presión atmosférica, vientos, humedad, precipitaciones y temperatura. Para poder hacernos una idea de la evolución de estos factores a lo largo de la historia, se estudian cosas tan variadas y extrañas como la sedimentación en el fondo marino hechas por los glaciares, los anillos de los árboles o el crecimiento de los bancos de coral. Y con toda esta información se realizan estimaciones sobre el clima en zonas concretas del mundo o de forma global, y así podemos hablar de épocas de glaciación o interglaciales.
Se han definido algunas causas que provocan que el clima pase de una época glacial a otra no glacial diferenciándolas entre influencias externas en el planeta e internas. Algunas de las externas más importantes son las variaciones solares, ya que el sol no siempre “quema” con la misma intensidad y pasa por diferentes ciclos de actividad que influyen en la Tierra; las variaciones orbitales, provocadas por la interacción con los cuerpos celestes vecinos como la luna; y los impactos de meteoritos, todos sabemos la teoría de la extinción de los dinosaurios, ¿no?.
En cuanto a las influencias internas, las más destacadas son las corrientes oceánicas, que mueven aire y agua a diferentes temperaturas por zonas de la tierra enfriando o calentándolo todo a su paso; la deriva continental, que cambia las latitudes y alturas de los terrenos afectando al clima de estas regiones; la composición de la atmósfera, que ha variado a lo largo de la historia del planeta pasando por épocas más opacas o más transparentes; y los efectos antropogénicos, o sea los provocados por la actividad del hombre, que a veces parecen ser los únicos causantes, aunque sí son los únicos sobre los que podemos influir por bien o por mal.
A lo largo de la historia reciente, aunque parezca mentira ha habido una época glacial, o mejor dicho, una Pequeña Edad de Hielo en la zona del Atlántico norte. Concretamente, después de una época que los historiadores del clima llaman período cálido medieval que va del S. X hasta el S. XIV, donde el clima fue especialmente caluroso, vino una bajada de temperaturas muy bajas y tormentas de nieve en zonas donde hoy en día no nieva ni un día al año. Esta pequeña época glacial duró desde el S. XIV hasta mediados del S. XIX. A partir de entonces, las temperaturas medias han ido subiendo de forma continuada hasta la fecha, sobrepasando las alcanzadas durante el período cálido medieval por mucho.
A esta subida de las temperaturas medias es lo que llamamos calentamiento global y se observa no sólo en el atlántico norte sino que se nota alrededor de todo el planeta en diferentes niveles de intensidad.
Por tanto podemos decir que estamos viviendo un cambio climático que lleva asociado un calentamiento global. El cambio climático puede tener causas antropogénicas o no, pero es evidente, por estudios realizados, que una de las causas principales del calentamiento global sí que es favorecida por la acción humana: los gases invernadero. Estos, una vez depositados en la atmósfera hacen que las radiaciones solares que rebotan sobre la corteza terrestre no salgan hacia el espacio sino que se queden en la biosfera, tanto como los invernaderos que les dan el nombre.
Es cierto que no son la única causa del calentamiento del planeta, también debemos tener en cuenta los cambios solares que llamábamos antes y que han afectado a la temperatura de la Tierra desde que el mundo es mundo. Además, curiosamente, las partículas no gaseosas en suspensión a la atmósfera como el hollín liberado por la actividad volcánica y, en menor medida, la humana, generan un efecto de reflexión de la luz solar que enfrían el planeta.
El equilibrio del sistema de variables que influyen en el clima es tan delicado que pequeños cambios pueden generar unos efectos muy distintos (un buen ejemplo de la teoría del caos).
Como ven, pues, cambio climático y calentamiento global no son lo mismo, pero están tan íntimamente ligadas que es comprensible que la gente las confunda. Espero ayudar a despejar el lío a pesar de que sea sólo un poco.
Como siempre, más información en:
http://climatecongress.ku.dk/pdf/synthesisreport
http://online.wsj.com/article/SB10001424052970203388804576612620828387968.html
http://www.marm.es/gl/ceneam/recursos/materiales/impacto-ambiental/calentamiento.aspx